Una sociedad preparada para el cambio

NOTA DE VREDONDOF : Nuevo articulo de D. Galo Mateos, copio y pego el comentario que he dejado a proposito en el confidencial.

5 .- A mi personalmente me hacian falta sus articulos, supongo que habra mas lectores como yo.

Me habia cansado de perder el tiempo, intentando encontrar cosas interesantes en el Confidencial ultimamente .....

Y en los comentarios, esperemos que "los de siempre" dejen lugar a otros aunque baje el nº de comentarios y "asi tengamos mas grano y menos paja".

Un consejo [horror...] no se comprometa al consabido articulo semanal ...
intervenga solo cuando "se lo pida el cuerpo[el cerebro]".

El articulo en principio me gusta , no obstante tengo que darle unas vueltas mas.

Aprecio [leido por encima] cambios, me parece distinto.
No se si mas reflexivo o mas natural ... no se estoy un poco desorientado.

vredondof

09/07/2011, 09:10 h.

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Propósito

Este artículo pretende que los partidos políticos reconozcan la existencia de un consenso mayoritario y creciente entre la población española en torno a las mejoras exigibles en nuestro texto constitucional, así como un programa de mínimos orientado a impulsar políticas económicas y sociales proporcionadas con la envergadura y perspectiva temporal de los problemas a los que nos enfrentamos.

Necesitamos una razón de Estado y no de partido para aceptar la tragedia de prolongar un mandato político completamente inservible.

No hay razón suficiente para demorar la alternativa política que la sociedad demanda, tras haberse cumplido la primera parte de un experimento social consistente en haber vivido durante 33 años bajo una paz relativa, repleta de ilógicas excepciones a la Ley, y bajo unas normas constitucionales e instituciones de funcionamiento manifiestamente mejorable.

Coincidiendo con esas próximas elecciones generales, desearíamos que fuesen anunciadas reformas inmediatas en nuestro sistema electoral y de división de poderes, reduciendo a 10.000 el número de electos, por concentración de municipios y racionalización de funciones.

Como desearíamos absorber instituciones como el Senado, Diputaciones y Cabildos, tanto como liquidar las TV regionales, municipales y empresas públicas satélites, que sostienen el esqueleto de la corrupción.

Y abrir de nuevo el debate sobre los objetivos a perseguir en materia demográfica, de educación e investigación científica, sin concesiones políticas, y con la perspectiva de la sociedad del conocimiento, en la que este ingrediente ha de determinar más que nunca la posición relativa a obtener.

Y sobre todo, necesitamos implantar de inmediato nuevos techos presupuestarios y una racionalización de límites de firma en las tres administraciones, central, autonómica y municipal, cuyo gasto conjunto excede hoy como media en un 35% la capacidad actual de generar ingresos fiscales.

No hay razón suficiente para demorar la alternativa política que la sociedad demanda, tras haberse cumplido la primera parte de un experimento social consistente en haber vivido durante 33 años bajo unas normas constitucionales e instituciones de funcionamiento manifiestamente mejorable

Nos urge cuestionar, también, la servidumbre de la población frente unos oligopolios en plena colusión con el poder, ocupados en drenar al máximo los recursos disponibles del sistema, vía tarifas y compensación de favores.

Precisamos con urgencia un nuevo modelo financiero que incluya nuevas opciones de servicios financieros con o sin riesgos de inversión añadidos, de manera que podamos elegir entidades que garanticen el 100% de nuestros depósitos alternativamente a otras que especulan con ellos y aceptásemos fehacientemente su posible iliquidez parcial futura.

Al tiempo que podamos establecer un pacto sobre la aplicación del ahorro (superior a 40.000 millones anuales actualmente) para la financiación de nuestras empresas y al desarrollo de nuevos proyectos.

Urge, asimismo, una transparencia absoluta en cuanto a los fondos de la SS y el uso que se les pueda estar dando en la suscripción de nuestra propia deuda. Y disponer, en el menor plazo posible, de un plan energético, hidrológico y de redes de comunicación y transporte, debatido en términos de sostenibilidad y bien común, y no en términos de concesiones políticas.

Necesitamos debatir, en suma, el modo en que 11,8 millones de asalariados (50% con menos de 1.000 euros al mes), 3,2 millones de empresas (solo un 10% con más de 5 trabajadores) y 3,2 millones de autónomos, puedan sostener a más de 5 millones de pensionistas, 3,2 millones de afectados de invalidez (asombrosa cifra), 3,2 millones de funcionarios y asimilados, y sufragar la holgada vida de los 80.000 cargos públicos actuales.

Todo eso, junto con vencimientos de deuda, e inversiones y gastos corrientes de las distintas administraciones del Estado. Y necesitamos aclarar en profundidad las cifras de desempleo y las actuaciones sobre el mismo, clarificando qué sectores presentan ya recuperación estadística y cuáles siguen precisando un ajuste mayor en términos de empleo.

Somos conscientes de que nuestros acreedores nos pueden pedir que soportemos una mayor carga fiscal, lo que significaría nuevas tarifas de IRPF e IVA, con una disponibilidad de renta aún menor que la actual.

Y que dada lanaturaleza asimétrica de la recaudación fiscal en España y algunos favores regionales con pretexto histórico, seguir cargando el mayor peso sobre las rentas medias.

Con necesidades cercanas a los 380.000 millones, frente a unos ingresos previsibles de 270.000 millones, de no poder ampliarse la deuda, ni el PIB, ni recortar los gastos corrientes e inversiones, precisaríamos una urgente ampliación de la recaudación de impuestos o un plan de recortes sociales, que es por donde rechazamos empezar sin haberse racionalizado otros gastos superfluos.

Finalmente necesitamos un cuarto poder capaz de poner altavoz permanente en todos los medios a los verdaderos deseos de la sociedad. Mientras no tengamos una separación efectiva de poderes, esta será nuestra única y principal arma de control social frente a la corrupción y el partidismo.

Como ciudadanos, nos sentimos plenamente dispuestos a participar en esos cambios, y contribuir con nuestra mejor colaboración a la implantación de unasegunda fase de nuestra experiencia democrática, que ha de consistir en la homologación de nuestro sistema político con los que nos rodean, en la convergencia final en Europa y en el comportamiento ejemplar de la población respecto de sus compromisos y normas.

Conclusión

En lo básico, está todo dicho, solo falta la voluntad de llevarlo al Parlamento. Ya sea porque PP-PSOE sienten la cabeza o porque un partido como UPyD (en espera de otros posibles, ya que este es hasta hoy única alternativa a PP-PSOE-IU con representación nacional), actuando como bisagra, pudiera exigirlo a través de un referéndum. Pero si estas reflexiones no llegan al Parlamento, la consecuencia inmediata sería que los debates se trasladasen a la calle. Y habrá un 16-M masivo y tolerado por la ciudadanía, y tal vez un 17 y muchos más, hasta que la sociedad sea oída y obtenga una respuesta satisfactoria.

-Galo Mateos 09/07/2011