Si piensa que los dos partidos alternantes están dominados por el afán de lucro político y personal y por la falta de respeto al marco constitucional y a sus compromisos electorales, es usted un ciudadano consciente.
Si, además, está usted preocupado por el continuo asalto que sufren las clases medias desde el poder y por la falta de planificación a largo plazo que optimice nuestras oportunidades, es usted un ciudadano doblemente consciente y responsable.
Y, sobre todo, forma usted parte de una comunidad de intereses que puede resolver sus mesuradas pretensiones, en el marco de una nueva relación denominada C2G (Citizen to Government).
Mientras no hemos dispuesto de redes sociales, la política ha girado en torno a las propuestas de los partidos hacia los ciudadanos, siendo su incumplimiento un elemento irrelevante de la conducta de unos gobernantes capaces de proponer lo contrario de lo prometido con extraordinario descaro e impunidad. Y resulta que cada vez encontramos más gente dispuesta a aislarse de los mensajes políticos de los grandes medios.
Cada año cumplen 18 años más de 400.000 jóvenes que desconocen el papel prensa y que ven televisión a la carta. ¿Se incorporarán éstos al mass media dominante o más bien al entorno de la Red?
Por las cifras que vemos aquí en este humilde digital, dicha incorporación juvenil es masiva en los medios de la red y mínima en los alimentados hasta ahora por el Estado (antiguamente del Bienestar, si lo recuerdan).
Organizaciones internacionales características del C2G como Avaaz, Votizen, o Citizens Party disponen algunas de más de 10 millones de seguidores y constituyen marcas blancas que definen cómo ha de ser el Gobierno que gane sus votos. Por lo que, muy probablemente, quien quiera ganar a partir de 2015 tendrá que deshacerse de esos costosísimos intermediarios mediáticos y apuntarse a las consignas ciudadanas más repetidas en los medios independientes y en la Red para sobrevivir.
Bastaría una propuesta unificada en Facebook, redactada como contrato entre votantes y partidos, para cambiar el paradigma de manipulación política ejercida hasta ahora. Votantes capaces de amenazar con llevar a los tribunales a los incumplidores o de llegar a la insumisión fiscal para hacer frente a sus pervertidos administradores.
Aunque es muy deseable, por una posible regeneración, no harían falta nuevos partidos. Bastaría con que los actuales, en un ejercicio de lealtad y sentido común, abrazasen la tesis propuesta por millones de votantes en las redes sociales. Nos ahorraríamos el ingrato conflicto de tener que echarles por las malas, caso de mantener su inacción frente a la corrupción, prevaricación y lucro indebido para sus integrantes y organizaciones amparadas a costa de los impuestos; y ante la inaceptable falta de respeto a sus pactos electorales.
Pronto habrá una plataforma en alguna red social que marque las pautas por las que condicionar el voto. Un simple 'me gusta' que puede refrendar un contrato electoral, con sus cláusulas de penalización. Con reformas sencillas (tampoco son tantas, nuestra Constitución serviría casi en su totalidad), y el resto, a consulta popular, como cualquier país civilizado necesita en su evolución. Nada que una voluntad política mediana no pudiera conseguir en un solo mandato. Puede que las elecciones de 2011 sean las últimas ganadas con la tv y la prensa escrita. Ya no hay dinero para seguir manipulando y comprando voluntades políticas a capricho.
El lado bueno del futuro
Al otro lado de esa plataforma, nos espera una vida planificada, transparente, juiciosa y ordenada, sabiendo a qué atenernos en materia demográfica, educativa, bienestar y pensiones, presupuestos e instituciones. Quedarnos a este otro lado del futuro constituiría una profunda tragedia para nuestros hijos. Habríamos cambiado su porvenir por una enfermiza indolencia capaz de alimentar, antes que a ellos, a miles de indignos parásitos que no se despegarán de nuestro cuerpo hasta que les demos la última gota de sangre.
No creamos que estos partidos van a reformarse hasta el punto de pensar por y para nosotros. Lo lógico es que nosotros, ciudadanos, digamos qué objetivos perseguimos y qué tipo de gobierno queremos para alcanzarlos. Este modo no sustituye en absoluto a la forma que nos hemos dado de democracia, sino que la perfecciona a través de la participación. Sabemos, por la experiencia de las anteriores elecciones, que las propuestas más elementales caben en la Constitución y las que no, habrían de someterse a un sencillo referéndum.
Confiemos en esas alternativas C2G: es la vía más
barata y eficiente para el cambio con las armas concretas de que disponemos ya. Y ser pacientes con los resultados de este nuevo Gobierno. No ha de distraernos, por ingenuos que seamos, de nuestra responsabilidad de futuro, de lograr que la política sirva fundamental y exclusivamente a lo pactado con sus ciudadanos.
Si te ha gustado lo mejor que debes hacer es ir a su blog/pagina.*****En mi blog no puedes dejar comentarios , pero si en el del autor. ********HA ENTRADO EN el BLOG/ARCHIVO de VRedondoF. Soy un EMPRESARIO JUBILADO que me limito al ARCHIVO de lo que me voy encontrando "EN LA NUBE" y me parece interesante. Lo intento hacer de una forma ordenada/organizada mediante los blogs gratuitos de Blogger. Utilizo el sistema COPIAR/PEGAR, luego lo archivo. ( Solo lo INTERESANTE según mi criterio). Tengo una serie de familiares/ amigos/ conocidos (yo le llamo "LA PEÑA") que me animan a que se los archive para leerlo ellos después. Los artículos que COPIO Y PEGO EN MI ARCHIVO o RECOPILACIÓN (cada uno que le llame como quiera) , contienen opiniones con las que yo puedo o no, estar de acuerdo. ******** Cuando incorporo MI OPINION, la identifico CLARAMENTE, con la unica pretension de DIFERENCIARLA del articulo original. ***** Mi correo electronico es vredondof(arroba)gmail.com por si quieres que publique algo o hacer algun comentario.